las cuatro, las cinco y las seis.
Son las seis y nace una estrella
en el atardecer de la ciudad.
escondidos en sus palabras,
su trabajo ganando luz,
para mostrar todo su resplendor
en un día brillante y deseado
por todas las gotas de ése
mar azul que nunca le han
abandonado.
La fuerza de ése mar la
empujará hacia el cielo, hasta
alcanzar sus horizontes más
lejanos.
Gracias Virginia por este día inolvidable!. Gracias Risto por estar con ella, apoyándola y ofreciendo tus cualidades para obtener un brillante trabajo.
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